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La importancia de la Salud de la Mujer y la Alimentación

Dra. Miriam Al Adib Mendiri

Hace unos años apenas se hablaba de salud femenina. Con el paso del tiempo, se ha empezado a prestar atención a temas que conciernen exclusivamente a las mujeres: endometriosis, menstruación, salud hormonal... En tu opinión, ¿a qué se debe este cambio de enfoque?

 

Porque se han reunido una serie de factores que han ayudado mucho. La necesidad de saber y derrumbar mitos y tabúes, el aumento en la divulgación sobre estos temas, el interés de muchas mujeres para informarse mejor, y lo más importante: el deseo de cambiar el paradigma de atención a la salud. Se abre un paradigma donde cada vez más mujeres quieren tomar las riendas de su salud y estar en el centro de la atención médica. Ya no vale eso de todo para la paciente sin contar con la paciente. En este sentido, mediante decisiones libres e informadas, cada vez hay más mujeres que se animan a tomar la responsabilidad de cómo enfocar su salud. En definitiva, quieren conocer si hay más alternativas y qué pueden hacer por sí mismas para gozar de mayor salud.

En tu consulta ginecológica, ¿sueles dar consejos sobre alimentación a tus pacientes, como parte del tratamiento?

Con bastante frecuencia. Incluso si veo que tienen una patología o trastorno que puede beneficiarse mucho de una nutrición integrativa las derivo a profesionales adecuados para esto. Es importante saber a quiénes y cuándo derivar. No todo lo controlamos desde la Medicina.

¿En qué situaciones es imperativo hacerlo?

Cuando hay una sospecha de tener un desequilibrio hormonal y/o inmunológico que tenga mucha relación con sus hábitos alimenticios y que claramente esté repercutiendo en su patología de base. Por ejemplo, en el síndrome del ovario poliquístico, la alimentación y el estilo de vida juega un papel importante. El SOP empeora con los picos de insulina. Todo aquello que aumente los picos de insulina o que aumente la resistencia a insulina va a empeorar muchísimo la sintomatología hormonal.

Cada vez entendemos más y más la importancia e influencia de las hormonas y el hecho de que las mujeres somos cíclicas. ¿Deberíamos adaptar nuestra alimentación a lo largo del mes, según nuestro ciclo menstrual, para mejorar nuestro rendimiento deportivo y/o bienestar?

Depende de cada caso. Si hay molestias relacionadas con el ciclo que nos alteren la calidad de vida o en casos de deportes de alto rendimiento, cabe valorar si es necesario introducir ciertos cambios en la dieta, incluyendo la posibilidad de adaptar la alimentación en función del momento del ciclo hormonal. En principio hay que tener claro lo más básico: acercarnos lo más posible a nutrirnos equilibradamente, escuchando nuestro cuerpo, comiendo alimentos frescos, y a ser posible, locales y de temporada. Este sería el ideal, aunque tampoco hay que obsesionarse con la perfección, no pasa nada si hay días que hacemos excepciones.

Muchas mujeres experimentan reglas dolorosas, irregulares o incluso amenorreas. ¿Cuál debería ser el abordaje integral ante estas situaciones en la consulta?

Siempre digo: no es importante cómo sangras, sino por qué sangras como sangras. Lo primero, una vez hecha la historia clínica donde tenemos que escuchar todo lo que dice la paciente (ojo, si hay dolor hay que profundizar en esto, hay que escucharlo todo y no pasar página como si tal cosa) hay que hacer una evaluación en la que descartemos patologías estructurales (exploración, ver el útero, los ovarios) y después si hay alteraciones en el patrón de sangrado tenemos que saber por qué. Si pongo un anticonceptivo y su alteración en el patrón de sangrado es por un hipotiroidismo, sangrará ordenadamente pero no le solucionamos este problema de base. Hay que saber por qué se sangra anormal (si es por disfunción hormonal, cuáles hormonas están alteradas, si es por déficits de micronutrientes, si es por estrés…). La regla anormal es solo un "chivato" de que algo no va bien, y hay que descubrir qué es.

¿Cuál es el mayor mito que muchos profesionales de la salud no especializados en salud femenina tenemos en relación con este tema?

Dos cosas: en primer lugar, no dar credibilidad a los síntomas de las mujeres que no se pueden medir (cansancio, tristeza, dolor…). Todo esto se mete en el saco de "es psicosomático", lo que hace que se nos pasen por alto enfermedades como el hipotiroidismo o la endometriosis. Antes de dar por psicológico algo, hay que descartar patología orgánica. En segundo lugar, medicalizar tratando la punta del iceberg: ¿que no te viene bien la regla? Toma anticonceptivos. ¿Que estás triste? Toma antidepresivos. Debemos abordar la causa.

Con una comunidad de más de 85 mil seguidores en RRSS, ¿cómo consigues adaptar y trasladar contenidos científicos a la población general?

Yo sigo aprendiendo y estudiando mucho. Todo lo que aprendo me gusta compartirlo simultáneamente con las personas que me siguen en redes sociales, siempre intento adaptarlo todo a un lenguaje sencillo para que me pueda entender cualquier persona. En esta línea van mis libros: Hablemos de vaginas, Hablemos de Nosotras, conocer el síndrome de ovarios poliquísticos, entender la endometriosis. El conocimiento de nada sirve si solo te lo quedas para ti, por eso me gusta la divulgación, para que cada vez más mujeres tiren por tierra mitos y tabúes en relación con la salud sexual, para que puedan tomar las riendas de su salud. También ahora he publicado un poemario donde en lugar de ir por la vía "lógico-racional" me comunico por otras vías, las del "sentir", compartiendo muchas de las experiencias que vivimos las mujeres en materia de sexualidad en las diferentes etapas de la vida.