Nuestras marcas de Agua Mineral: Perrier

Una historia francesa desde 1863

Nacida en Francia, el espíritu efervescente de Perrier es hoy reconocido en más de 140 países. Primero, nuestra agua mineral con gas fue adoptada como el champán de las aguas de mesa en Gran Bretaña. Poco después, pasó a cautivar los corazones de todo el mundo, antes de encontrar la fama en casa, en Francia.

Con sus vigorosas burbujas, Perrier ha calmado la sed con gusto durante casi 160 años. Su mezcla única de burbujas intensas y contenido mineral equilibrado hace que Perrier es una alternativa saludable a los refrescos carbonatados, sin azúcar y sin calorías.

Perrier es una bebida muy atrevida por sí sola, pero su alta carbonatación la convierte en la compañera perfecta para hacer tus propios cócteles o mocktails. Elegante y versátil, es perfecta para consumir en casa o para llevar: una opción refrescante para todos los días.

Sed de sostenibilidad

En la naturaleza todo está interrelacionado: si queremos ayudar a preservar el agua mineral natural Perrier, que se encuentra en el acuífero subterráneo, es vital que nos esforcemos por proteger las tierras circundantes que forman la zona de captación conocida como "impluvium".

Apoyamos activamente una política de cero pesticidas en las tierras de cultivo y los pueblos situados dentro del impluvium. Desde 1994, trabajamos codo con codo con los agricultores de la región para ayudarles a hacer la transición a la agricultura ecológica y adoptar prácticas sostenibles. También nos asociamos con las ONG y las autoridades locales para salvaguardar la cantidad y la calidad del agua de la región.

...y economía circular

También estamos sustituyendo gradualmente el plástico virgen (PET) por plástico reciclado (rPET) en todas las botellas de Perrier. Nuestro objetivo es que todas nuestras botellas estén fabricadas con un 50% de PET reciclado para 2025, como parte de nuestro compromiso con la economía circular. Estamos adoptando el mismo enfoque para nuestro envoltorio de plástico, que incorpora un 50% de materiales reciclados.

Desde 2018, nuestras botellas se transportan al puerto francés de Fos-sur-Mer a través de un tren diario impulsado por electricidad: un paso importante en el avance hacia el transporte sostenible, que reduce nuestras emisiones de CO2 en 2.500 toneladas cada año.