- Los centros de Nestlé de La Penilla (Cantabria), Pontecesures (Pontevedra) y Girona, los que mayores descensos han registrado en los últimos siete años
- Con una inversión de 19 millones de euros en gestión medioambiental, algunas de las medidas desarrolladas por la Compañía han sido la instalación de un sistema cerrado de refrigeración, acciones preventivas de mantenimiento y programas de formación
Esplugues de Llobregat, 21 de marzo de 2017.— Nestlé considera la gestión de los recursos hídricos como una de sus prioridades medioambientales más importantes. Así, entre los objetivos de la política de sostenibilidad de Nestlé se encuentra optimizar y minimizar el consumo de recursos naturales en todas las operaciones de la cadena de valor de la Compañía. Desde 2010, Nestlé ha reducido en un 59,4% el uso de agua por tonelada de producto fabricada en sus 10 centros de producción repartidos en 5 Comunidades Autónomas. Así, mientras que al inicio de la década actual el uso era de 11,02 m3 por tonelada de producto, el año pasado se cerró con un uso de 4,5 m3 por tonelada de producto.
Para conseguir esta reducción, Nestlé ha invertido en gestión medioambiental casi 19 millones de euros, lo que ha permitido un ahorro de casi 5 millones de m3 de agua, cantidad que equivale a 1.870 piscinas olímpicas o representa el consumo anual de una ciudad de 1.350.000 habitantes o, lo que es lo mismo, de toda la Comunidad Autónoma de Aragón.
Destacado descenso en La Penilla
Los centros de producción de La Penilla (Cantabria), con una reducción del 80%, Pontecesures (Pontevedra), con un descenso del 47,4 %, y Girona, con el 44,2%, han registrado los mayores descensos en el uso de agua por tonelada de producto fabricado en estos años. Para ello, Nestlé ha desarrollado acciones preventivas de mantenimiento en sus instalaciones para evitar fugas y derrames, y ha llevado a cabo programas de sensibilización y formación en las fábricas. Así, en 2016, cerca de 1.800 trabajadores participaron en acciones de formación relacionadas con temas ambientales, actividad a la que se dedicaron más de 1.900 horas.
Asimismo, una de las medidas adoptadas por Nestlé ha sido la implementación de circuitos cerrados con torres de refrigeración que sustituyen a los circuitos de refrigeración de un solo paso en algunos de sus centros de producción. Así, mientras que los anteriores tomaban el agua del río para la refrigeración y posteriormente la devolvían a su caudal en las mismas condiciones en que se había captado, con los nuevos sistemas —más eficaces— el agua que se capta del río se incorpora a un circuito cerrado que, mediante aerorefrigeradores, permite utilizarla de manera constante.
En 2011, Nestlé instaló el sistema de circuito cerrado con torres de refrigeración en su fábrica de La Penilla (Cantabria), lo que ha supuesto desde entonces una reducción de más de 4 millones de m3 de agua, pasando de los más de 5,3 millones de m3 consumidos en 2011 a 1,3 millones de m3 registrados en 2016.
Por su parte la fábrica de Sevares (Asturias) instaló este sistema en 2014, favoreciendo el descenso del uso de agua de los más de 500.000 m3 a los poco más de 300.000 m3 utilizados en 2016. Esto ha supuesto una reducción de 8,87 m3 a 5,89 m3 por tonelada de producto fabricado.
La fábrica de Nestlé en Pontecesures (Pontevedra) implementó este sistema de refrigeración a finales de 2016, año que registró un consumo de 5,89 m3 por tonelada de producto. Gracias a este nuevo sistema, se espera reducir en un 65% el uso del agua por tonelada de producto durante este año.
Nestlé, comprometida con el medio ambiente
Consciente de la importancia del respeto y el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad, Nestlé, a nivel global, realiza su actividad empresarial optimizando los recursos naturales y minimizando su impacto. «La compañía entiende que su futuro está ligado al futuro del planeta y depende de su capacidad para contribuir a garantizar la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria», ha manifestado el experto en Sostenibilidad Ambiental de Nestlé, Pedro Ruiz.
En este sentido, los compromisos de Nestlé, contemplados en su Informe sobre Gestión del Agua, se resumen en los siguientes cinco puntos fundamentales:
- reducir la cantidad de agua utilizada por cada kilo de alimentos y bebidas producido
- garantizar que las actividades de la Compañía respetan los recursos hídricos locales
- velar por que el agua que se devuelve al medio natural esté en óptimas condiciones
- trabajar con los proveedores de materias primas agrícolas para promover la conservación de este recurso entre los agricultores y
- colaborar con otros actores de la sociedad para asegurar la conservación y el acceso al agua
Este compromiso de Nestlé con el medio ambiente se enmarca en su política de Creación de Valor Compartido, un modelo de gestión empresarial responsable que es la respuesta de la empresa a los retos de la sociedad.
Nestle cuenta con su propio Sistema de Gestión Medioambiental (NEMS), que tiene como objetivo unificar todas las actividades y medidas medioambientales, y el Sistema Integrado de Gestión (SIG), que promueve la gestión del medio ambiente de forma integrada con la gestión de la calidad, la seguridad alimentaria y la salud y seguridad laboral. La Compañía revisa periódicamente sus instalaciones en base a la rigurosa aplicación de estas dos normas internas, que constituyen una valiosa herramienta para la mejora continua de los indicadores medioambientales, para desarrollar acciones preventivas y para corregir posibles desviaciones.
Información adicional:
- Nestlé España: Agua y gestión medioambiental
- Nestlé España: Ejemplo de ahorro de agua en planta de tratamiento de aguas