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Alimentación a 8.500 metros

  • Nestlé ha diseñado la alimentación de los pilotos que están llevando a cabo la vuelta al mundo en el Solar Impulse, un avión propulsado por energía solar que llegará a Sevilla el próximo jueves
  • El desarrollo de los menús diseñados a medida para los pilotos del Solar Impulse ha supuesto más de 6.000 horas de trabajo de los especialistas del Nestlé Research Center
Infografía: comer a 8500 metros Descargar PDF (pdf, 840 Kb)
 

Nestlé es uno de los patrocinadores de Solar Impulse, el primer intento en la historia de dar la vuelta al mundo en un avión propulsado por energía solar, un viaje que recuerda de alguna manera al legendario vuelo de Lindbergh cruzando el Atlántico.

La travesía Nueva York – Sevilla tendrá una duración aproximada de cuatro días de vuelo ininterrumpido, pero mientras que el avión de Lindbergh necesitó 1.700 litros de gasolina durante el viaje, el Solar Impulse no necesitará ni una sola gota de combustible para dar la vuelta al planeta. El único “carburante” a bordo del Solar Impulse será la comida necesaria para alimentar a los pilotos durante su misión, que ha sido diseñada y hecha a medida por los equipos especializados del Nestlé Research Center, de Lausana (Suiza).

Desde hace cinco años, Nestlé Research colabora estrechamente con el equipo de Solar Impulse desarrollando alimentos sanos y sabrosos, capaces de aguantar grandes variaciones de temperatura y las condiciones climáticas extremas que pueden darse durante la misión. Los menús, diseñados especialmente, aportan a los pilotos una alimentación equilibrada, tienen en cuenta su estrés físico y sus necesidades nutricionales a diferentes altitudes.

La preparación de los menús para el Solar Impulse ha supuesto un gran reto para el equipo de expertos, pero también ha generado resultados valiosos para el futuro. Por ejemplo,

  • el cuerpo humano necesita más energía a mayor altura pero la altitud también disminuye el apetito; por ello,
  • la composición nutricional de cada comida y aperitivo tiene que ser la apropiada para los cambios tanto de altitud como de temperatura, de modo que el rendimiento de los pilotos sea el mejor posible.
  • Con altas temperaturas, las comidas deben de ser ricas en carbohidratos, mientras que por debajo de los 3.500 metros los pilotos necesitan alimentos ricos en proteínas.

El proceso de envasado asegura que la comida de los pilotos se mantiene fresca hasta tres meses sin conservantes artificiales. Además, los menús están diseñados para que los pilotos preparen y consuman la comida fácilmente mientras están encerrados en la cabina o incluso llevando máscaras de oxígeno.

En ocasiones, la preparación de la comida elimina ciertos valores y propiedades nutricionales, lo que representó un particular desafío para los equipos del Nestlé Research Center. Por ello, el equipo desarrolló un nuevo método de cocinado mediante el cual se pudiera ofrecer la mejor nutrición a los pilotos. El resultado: bolsitas especiales rellenas con ingredientes frescos y picados (verduras, carne, etc.), que, una vez cerradas, se cocinan y esterilizan. De esta forma se mantienen todos los beneficios nutricionales de los distintos alimentos.

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