Hace algo más de una década, en la apuesta de Nestlé por un modelo de gestión centrado en el uso de materias primas locales procedentes de cultivos de proximidad y con compromisos ambientales, la Compañía puso en marcha la iniciativa "Solís Responsable". Dicho programa ha supuesto el cultivo del tomate aplicando técnicas para asegurar una agricultura local y sostenible a largo plazo, que además, ha contado con la certificación de Producción Integrada de Extremadura. Desde entonces, todo el tomate utilizado en el centro de producción de Nestlé en Miajadas (Cáceres) procede de campos cultivados en las Vegas del Guadiana, con un radio de aprovisionamiento inferior a los 50 kilómetros.
Como resultado de todo el trabajo realizado hasta el momento, desde que Nestlé pusiera en marcha este programa en 2013, se ha pasado de ahorrar alrededor de 150.000 m3 de agua en esa fecha, a conseguir en 2023 un ahorro acumulado de más de 1,4 millones de m3, equivalente al consumo diario de más de 10,5 millones de personas. Asimismo, en el período comprendido entre 2013 y 2023, se ha logrado un descenso medio de un 7% en el uso de productos de control de plagas y en un 6% en el uso de fertilizantes.
Con el objetivo de seguir avanzando en este propósito, Nestlé ha invertido alrededor de 500.000 euros en los últimos cuatro años para acompañar a dichos agricultores en su transición hacia la agricultura regenerativa, un sistema agrícola que tiene como objetivo conservar y restaurar las tierras y sus ecosistemas, aportando beneficios tanto para los agricultores como para el medio ambiente y la sociedad en general.
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, acompañada del alcalde de Miajadas, Antonio Díaz, ha podido conocer de la mano del director general de Nestlé España, Jordi Llach, y la directora de la fábrica de Solís, Guadalupe Gómez, toda esta labor realizada en los últimos años durante una visita a la factoría con motivo de la celebración del 60 aniversario de Solís.
Medidas de agricultura regenerativa en los campos
En la actualidad, todos los campos que proveen de tomate a la fábrica para la producción de salsas de tomate Solís están aplicando diversas técnicas de agricultura regenerativa, con lo que se contribuye a la calidad del cultivo de esta materia prima. Así, están fomentando la rotación de cultivos para ayudar a que los suelos no se cansen, reducir el número de plagas y aumentar el rendimiento. En estos años, los agricultores también han analizado el suelo con el fin de ajustar la fertilización.
Además, se ha fomentado el uso de imágenes satélites o de dron que proporcionan información al agricultor de manera regular sobre el estado del cultivo, los nutrientes, posibles problemas con plagas o la uniformidad en el riego. La gran mayoría de los agricultores también están aplicando materia orgánica en sustitución de fertilizantes minerales, medida que supone mejorar la vida del suelo y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros beneficios.
La cobertura de cultivos en invierno es otra de las acciones implementadas por la gran mayoría de los proveedores de tomate Solís que permite una mejora de la calidad de los suelos, al incrementar la materia orgánica y la capacidad de retención del agua. Asimismo, se han llevado a cabo la instalación de setos que fomenta la presencia de fauna útil en los campos y se han incorporado herramientas para realizar un uso responsable del agua, como tensiómetros, estaciones meteorológicas y otras tecnologías.
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