Los orígenes de una marca
Hacia 1875, la empresa fundada por Henri Nestlé en 1866, en Vevey (Suiza), hasta entonces dedicada exclusivamente a la producción de Harina Lacteada Nestlé, inicia una activa política de expansión industrial. La empresa tuvo entonces que competir con la Anglo Swiss Condensed Milk Company, una compañía fundada también en 1866 en la localidad suiza de Cham, a 150 kilómetros de Vevey.
Surgida de la iniciativa de dos ciudadanos estadounidenses, los hermanos Charles y Georges Page, esta empresa había iniciado la producción en Suiza de leche condensada, un producto conocido en los Estados Unidos desde 1856 y muy apreciado por sus especiales propiedades de conservación, bajo la marca La Laitière.
Ambas compañías entraron en una dura y larga batalla comercial que desembocó a comienzos de 1905 en una fusión comercial que dio origen a la Nestlé & Anglo Swiss Condensed Milk Co. Nestlé aportó nueve centros de producción, cuatro en Suiza y cinco en el extranjero, incluyendo la recién inaugurada fábrica de La Penilla de Cayón, en Cantabria.
La Lechera llega a España
En 1910, la fábrica de La Penilla que, había sido inaugurada cinco años antes,comienza a producir la leche condensada La Lechera, una decisión que trajo aparejada la realización de importantes reformas en las secciones de hojalatería, la sala de máquinas y el taller mecánico, además de la instalación de una moderna recepción de leche. A finales de la década, ya se procesaban ocho millones y medio de litros de leche al año.
Las diversas visitas que Alfonso XIII y la familia real española realizaron a La Penilla dieron como resultado que el 1 de septiembre de 1927 Nestlé revalidara su título de "Proveedora oficial de la Real Casa", mediante el cual se le autorizaba al uso del escudo de armas de la Casa Real en las facturas y etiquetas de sus productos: Harina Lacteada Nestlé y Leche Condensada La Lechera.
También en los años veinte, Nestlé pondría en marcha grandes campañas promocionales. La primera tuvo lugar en 1920 y consistió en canjear etiquetas de Harina lacteada Nestlé y Leche condensada La Lechera por participaciones para la Lotería de Navidad de aquel año.
El estallido de la Guerra Civil paraliza prácticamente la producción y la actividad comercial se ve drásticamente mermada. Finalizada la contienda, Nestlé enfiló la posguerra con la apertura de nuevos centros de producción, entre ellos, una fábrica en Pontecesures (Pontevedra), en 1939, que con el paso de los años acogería la fabricación de La Lechera.
Aunque lentamente, la economía española iba dando muestras de una ligera mejora y con la llegada de los años cincuenta aparecen las primeras medidas liberalizadoras.
Los largos años de racionamiento, la política intervencionista del Estado y las restricciones a la importación de materias primas habían hecho mella en algunos de los productos estratégicos de Nestlé. La Leche Condensada La Lechera, por ejemplo, intervenida hasta 1950, había perdido prácticamente toda su antigua cuota de mercado. En consecuencia la compañía se enfrentaba a un difícil reto el día en que la prensa anunció a los consumidores la noticia de que La Lechera "había vuelto" y que el producto, ahora en envase de vidrio por la escasez de hojalata, podía por fin "adquirirse libremente en todos los comercios".
Así fue como, en 1954, Nescafé y La Lechera formaron "la combinación perfecta"que supo llegar a todos los hogares españoles, sobre todo a través de las ondas radiofónicas.
En los años 50, la conocida canción de Morcillo "La vaca lechera", se convirtió en la sintonía de la Leche Condensada La Lechera. Se emitía en la radio hasta 14 veces al día.
La novela La Lechera
En los años 60La Lechera cumple cincuenta años y, pese a la irrupción de la televisión en los hogares españoles, sigue manteniendo una estrecha relación con los consumidores a través de los seriales radiofónicos de Antonio Losada. En miles de hogares españoles se seguía a diario "La novela La Lechera".
En 1967, La Lechera está presente en gran número de hogares españoles y estrena nuevo eslogan que resume esta realidad: "La Lechera, cada día, en cada hogar".
Un año después, se pone en marcha una gran promoción: "Feriatómbola La Lechera", sólo comparable al "Gran Concurso La Lechera" de los años cincuenta. Entre 1968 y 1969, La Lechera repartió 500.000 premios que iban desde manteles individuales, básculas de baño o relojes de cocina hasta "magníficos automóviles SEAT 124".
En 1969, la producción de La Lechera alcanza las 80.000 toneladas anuales.
El traslado de la producción a Pontecesures
A finales de 1978, La Lechera se despide a su Cantabria natal y emprende viaje a tierras gallegas. Su producción se traslada a Pontecesures (Pontevedra).
La aparición en el mercado español de la leche esterilizada marca el comienzo del declive de la leche condensada que progresivamente deja de consumirse como leche líquida.
En la década los noventa, La Lechera se orienta hacia nuevas formas de consumo y se convierte en valioso ingrediente para repostería. De esta manera, comienza a recuperar protagonismo en el mercado y, a mediados de los noventa, renueva su imagen y sale a la venta en un bote más alto y estrecho que incorpora tapa abre-fácil y sobretapa de plástico.
Nueva presentación y la celebración de los 100 años
En 2001, La Lechera revoluciona el mercado con el lanzamiento de "Sirvefácil", una nueva presentación que sustituye el anterior bote de hojalata por una botella de plástico dotada de una válvula dispensadora que permite utilizar con absoluta limpieza la cantidad deseada en cada momento.
Gracias a su nueva presentación, La Lechera gana nuevos adeptos y comienza a extenderse su uso como acompañamiento del café, para untar en el pan, galletas o tostadas, o como toque final de postres y helados.
En 2003, el lanzamiento de La Lechera desnatada, con sólo un 04% de materia grasa, constituye una auténtica alegría a aquellos consumidores que quieren disfrutar del placer de tomar leche condensada sin renunciar a cuidarse.
En 2010, la leche condensada La Lechera cumplió 100 años de presencia en los hogares españoles. Un siglo alimentando y proporcionando placer a los consumidores de generación en generación.