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Entrevista al Dr. Javier Martín de Carpi
Gracias al programa Nutriplato, hemos demostrado que es posible mejorar los hábitos nutricionales, haciendo que las familias mantengan en el tiempo unos cambios que les acerquen más a una dieta equilibrada.
Javier Martín de Carpi es pediatra especializado en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición. Es jefe del Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición pediátrica en el Hospital Sant Joan de Déu, y actualmente preside la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Es autor de más de cien artículos científicos publicados en diferentes revistas nacionales e internacionales, así como de múltiples capítulos en libros de referencia sobre la especialidad de Gastroenterología Pediátrica.
Recientemente, su equipo ha presentado los resultados del Programa de intervención nutricional con Nutriplato, que tenía por objetivo comprobar la eficacia de esta herramienta de educación nutricional pensada para la población pediátrica y a sus familias. ¿En qué consistió exactamente la intervención?
La intervención consistía en una valoración inicial del estado nutricional de los niños participantes en cuanto a su situación de normo-peso, sobrepeso u obesidad, los factores de riesgo de trastornos nutricionales y su adherencia a la dieta mediterránea. Tras dicha valoración inicial, se llevaban a cabo una serie de visitas de educación y seguimiento en las que se trabajaba el Nutriplato como herramienta para una educación en unos hábitos nutricionales óptimos. El Nutriplato es un plato real, basado en el plato saludable de Harvard, en el que se muestra la distribución de los diferentes elementos que deben formar parte de una alimentación variada y equilibrada. Junto a él, la educación se basaba en una guía específicamente diseñada para facilitar su uso, en la que de una manera sencilla se explicaban cuáles deben ser las raciones adecuadas para cada tipo de alimentos, aportando además consejos y recetas para facilitar los cambios dietéticos necesarios para promover una dieta saludable.
¿Cómo se hizo el seguimiento de los participantes del estudio?
El seguimiento de los niños incluidos en el programa se llevaba a cabo a lo largo de un año (con posibilidad de continuarlo hasta los 18 meses) por dietistas-nutricionistas expertas en nutrición infantil. A lo largo del mismo se realizaba un mínimo de 3 visitas presenciales, combinadas con controles telemáticos y un taller de educación nutricional, y estaba dirigido a todo el núcleo familiar.
¿Cuáles han sido los principales logros del Programa de intervención nutricional con Nutriplato?
Con este programa de educación e intervención, hemos demostrado que es posible mejorar los hábitos nutricionales, haciendo que las familias mantengan en el tiempo unos cambios que se acerquen más a las recomendaciones para una dieta sana y equilibrada. Así mismo, se demuestra que en un porcentaje no desdeñable de niños que ya presentaban sobrepeso u obesidad al inicio del estudio, se logra normalizar su relación peso para la talla (el denominado índice de masa corporal que comúnmente se utiliza para definir el sobrepeso y la obesidad), así como mejorar su composición corporal, aumentando la masa magra y disminuyendo la adiposidad.
La educación nutricional ha sido el pilar del programa. ¿Las familias son conscientes de lo que deben mejorar, pero por alguna razón no lo aplican, o bien existe todavía cierto desconocimiento sobre la alimentación saludable en la infancia?
Más que desconocimiento, creo que la mayor limitación hoy en día es la poca firmeza y constancia de los padres ante otras costumbres y hábitos más fáciles y comunes en nuestra sociedad. Resulta mucho más fácil optar por soluciones dietéticas mucho más atractivas para los niños y esto es así tanto en los snacks o comidas entre horas, como en las comidas principales. Educar en hábitos saludables supone disponer de tiempo para realizar una compra variada y equilibrada, y supone también muchas veces realizar una tarea educativa en el día a día, tratando de hacer comprender a nuestros hijos el sentido y los beneficios de una dieta mediterránea sana. Los niños disponen de muchos estímulos inmediatos que van perfilando sus gustos y sus preferencias, sin que estos realmente sean los más saludables. Por otro lado, tampoco debemos olvidar que el encarecimiento de la cesta de la compra a la que estamos asistiendo en los últimos años, dificulta en muchos casos el poder optar por materias primas de alta calidad nutricional. La comida menos sana (ultra procesados, comida rápida, bollería industrial) es una solución habitualmente más barata, sobre todo en situaciones socialmente complicadas.
Los adultos son los responsables de planificar, comprar y preparar los alimentos en las comidas en casa. ¿Cree que las mejoras de hábitos alimentarios de los niños objetivadas en el estudio también han calado en sus padres y madres?
Una acción educacional sobre la dieta y los hábitos nutricionales tiene que ir enfocada fundamentalmente a todo el núcleo familiar. Los hábitos básicos en la vida (hablamos de la dieta, pero podríamos también incluir el deporte, el respeto al medio ambiente, la lectura, la solidaridad con el semejante) son cosas que se pueden trabajar obviamente en otros ambientes, pero que básicamente se aprenden en el núcleo familiar. Si bien en muchos hogares las actividades de padres y madres y de los niños pueden hacer difícil compartir muchos momentos en el día a día, deberíamos intentar preservar algún espacio que permita la interacción y la convivencia entre todos, siendo el momento de las comidas (al menos una al día) un espacio perfecto para aprender y trabajar en común determinados aspectos que sean enriquecedores para todos, como es el caso de la dieta saludable. Los resultados del programa Nutriplato claramente indican que el cambio de hábitos se mantiene en las familias por el compromiso de padres e hijos.
España está entre los países con mayor exceso de peso infantil; alrededor del 40% de los niños y las niñas de entre 6 y 9 años tienen sobrepeso u obesidad, según los últimos datos del estudio Aladino. ¿Cuáles son los resultados del programa en los participantes con exceso de peso?
De los 193 pacientes que completaron el año de seguimiento y que presentaban sobrepeso u obesidad al inicio del estudio, el 43.5% (es decir prácticamente la mitad), mejoraron su índice de masa corporal (IMC), demostrándose así mismo una disminución de la masa grasa y un aumento de la masa musculoesquelética o masa magra. Es decir, no solo mejoró su IMC, sino también su composición corporal medida por bioimpedanciometría.
¿Por qué es tan importante evaluar la composición corporal en un estudio de estas características?
Porque es una forma de medir la “calidad” la masa corporal que modificamos. Uno de los efectos adversos de los métodos denominados milagrosos para perder peso es que, si no se acompañan de un programa de actividad física que refuerce la masa muscular, se pierde también tejido beneficioso para la recuperación del individuo. Los programas de pérdida de peso deben ir encaminados fundamentalmente a perder masa grasa, que es la que se ha demostrado que tiene relación con muchas de las complicaciones de la obesidad.
Nutriplato fue creado en 2017 por el Hospital Sant Joan de Déu y Nestlé. Después de 6 años, y tras los resultados del programa, ¿animaría a los profesionales a utilizar el método Nutriplato en sus consultas?
Por supuesto. Nuestra experiencia refuerza los beneficios de una intervención reglada, mantenida y supervisada de cambio de hábitos. El Nutriplato en sí es una herramienta que ha demostrado validez a la hora de lograr estos objetivos. Obviamente no es la única forma, pero lo que refuerza va más allá del plato físico en sí; lo importante es lograr herramientas didácticas, sencillas y reproducibles sobre las que basar estrategias de educación fáciles de asumir y entender por todos los miembros de la familia.