La planta embotelladora de Nestlé en Herrera del Duque (Badajoz) cuenta desde este mes de julio con un nuevo director, Marcos Riviere, quien sustituye en el cargo a Iván Álvarez, que ha estado al frente de este centro de producción en los últimos 12 años.
Marcos Riviere cuenta con una dilatada experiencia dentro de Nestlé, donde se incorporó en 1997. Desde entonces, ha ocupado diversos puestos en múltiples negocios dentro de la compañía, como Nutrición Infantil, Lácteos o Purina Petcare, que ha desarrollado en cinco países de cuatro continentes: Australia (Oceanía), India (Asia), Suiza y España (Europa) y EEUU (América). A lo largo de su trayectoria profesional ha apoyado en todo momento las operaciones y la mejora continua de los centros de producción de Nestlé.
Con experiencia previa en la dirección de fábricas de Nestlé en España, Riviere desempeñó este cargo en la factoría de leches dietéticas y alimentación infantil de Sebares (Asturias) entre 2012 y 2015, antes de trasladarse a Suiza a desarrollar una posición global centrada en la cultura de crear estándares o procedimientos de trabajo a implementar en las factorías del Grupo Nestlé.
Marcos Riviere vive su nuevo reto profesional con el objetivo de "seguir ofreciendo a los consumidores esta agua excepcional, a la vez que servimos de forma excelente a nuestros clientes. Trabajaremos para que la planta de Nestlé Aquarel continúe siendo un referente en seguridad para nuestros trabajadores, así como en sostenibilidad ambiental", ha destacado el nuevo director.
Grandes logros
El nuevo director seguirá la gran labor realizada hasta ahora por Iván Álvarez, que ha ejercido como director de la planta embotelladora desde 2012 y que en los últimos meses ha asumido el cargo de responsable de Sostenibilidad y Recursos Hídricos del negocio de aguas de Nestlé España.
Durante estos años al frente del centro productivo, Iván Álvarez ha liderado con éxito y contribuido significativamente a los retos del negocio de aguas, impulsando los proyectos de innovación, sostenibilidad y creación de valor compartido, además de fomentar el espíritu de mejora continua en el equipo.