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Gestión Medioambiental: Eficiencia e impacto medioambiental.
Prácticas de Gestión Medioambiental de Nestlé.
Nestlé Environmental Management System (NEMS)
En 1995, y en línea con la Política de Nestlé en Sostenibilidad Medioambiental publicada cuatro años antes, Nestlé desarrolló su propio sistema de gestión medioambiental. De aplicación mundial, esta política tiene por finalidad unificar todas las actividades y medidas medioambientales. De esta manera, y alineada con la legislación de cada país, la Política de Nestlé en Sostenibilidad Medioambiental es, en ocasiones, más exigente que ésta. Sin ir más lejos, la normativa española sobre torres de secado –lugar donde se realiza la operación de extracción de agua de los productos en polvo– obliga al control de las emisiones que en ellas se producen cada 3 años mínimo y 5 máximo, mientras que las especificaciones de Nestlé establecen el control anual de dichas torres en sus fábricas.
El NEMS está implantado en todos los centros de producción de Nestlé, se revisa periódicamente y constituye una valiosa herramienta para la mejora continua de indicadores medioambientales, para desarrollar acciones preventivas necesarias y para corregir posibles desviaciones.
Gracias al establecimiento de requisitos generales, planificación, aplicación y funcionamiento, control y examen de la gestión, el NEMS suministra un enfoque sistemático que asegura el cumplimiento de las políticas del agua y el medioambientales de Nestlé y de la legislación vigente, además de constituirse como una vía muy eficaz para alcanzar las normas internacionales sobre el medio ambiente (ISO 14001).
Sistema Integrado de Gestión (SIG)
Nestlé considera que la forma más eficaz de mantener su compromiso con el medio ambiente es integrar esta política en su modelo de negocio, en todas las áreas y a todos los niveles. Así, la compañía ha encaminado su responsabilidad social corporativa hacia un objetivo: lograr un Sistema Integrado de Gestión (SIG), en el que la gestión del medio ambiente se realice de forma integrada con las de calidad, seguridad alimentaria y salud y seguridad laboral.
Sus ventajas son evidentes: cada una de las normas de los diversos sistemas posee principios de gestión comunes por lo que un sistema integrado permite simplificar la documentación necesaria que ha de prepararse, con el consiguiente aumento de eficacia. De esta forma, cada vez que se modifica un proceso, se analiza su impacto global, y no únicamente desde una sola perspectiva, garantizando así que la mejora de un aspecto no perjudique a los otros. El objetivo marcado para 2011 es que todas las fábricas de Nestlé en España cuenten ya con el SIG, establecido de acuerdo con las normas internacionales de medio ambiente ISO 14001, de Gestión de Calidad ISO 9001, de Seguridad Alimentaria ISO 22000 y de Salud y Seguridad Laboral OHSAS 18001.
Análisis del Ciclo de Vida de producto (ACV)
Si en el ámbito industrial el Nestlé Environmental Management System (NEMS) asegura una correcta gestión medioambiental y el SIG una constante monitorización para la introducción de mejoras, Nestlé también evalúa el impacto medioambiental de sus productos. El Análisis del Ciclo de Vida de producto (ACV) es la recopilación y evaluación de las entradas (recursos necesarios) para la elaboración de un determinado producto, las salidas (emisiones y residuos) generadas a raíz de su producción y los potenciales impactos medioambientales asociados a las diferentes fases del proceso, desde la extracción de materias primas hasta el consumo, destrucción o reciclado de alguno de los componentes del producto. El ACV permite a Nestlé desarrollar su política de responsabilidad social empresarial, así como distinguir en qué recursos naturales impacta más la elaboración de un producto, lo que permite identificar oportunidades de mejora en diferentes puntos del ciclo de vida y comparar con otras alternativas de consumo.
La inversión continuada de Nestlé en medio ambiente
Si bien las políticas marcan la dirección a seguir y los sistemas de gestión sirven para llevarlas a la práctica, todo ello no tendría sentido sin una apuesta clara por desarrollar y aplicar tecnologías más respetuosas hacia el medio ambiente. Invertir año tras año es la mejor demostración del compromiso de cualquier empresa por el medio ambiente. Una inversión que, fundamentalmente, se centra en la transformación de energía y en los procesos industriales, pero que también se destina al entorno de las oficinas y delegaciones de venta –sobre todo para poner los medios necesarios con el fin de reciclar más– y a promover la sensibilización de todos cuantos trabajan en Nestlé.
Nestlé Continuous Excellence
Es una iniciativa de Nestlé a nivel mundial cuyo objetivo es satisfacer a clientes y consumidores mediante la implementación de procesos sólidos, eficaces y altamente eficientes a lo largo de toda la cadena de suministro, desde el aprovisionamiento de materias primas y material de embalaje hasta la distribución física de los productos, pasando por los procesos de fabricación. Nestlé Continuous Excellence (NCE) se basa en los principios del "Lean Thinking", término surgido en los años ochenta que busca optimizar las actividades con valor añadido, reducir las que no lo tienen y eliminar lo que no es necesario. NCE, al aplicarse a toda la cadena de valor, requiere una mentalidad de mejora continua en los procesos y la implicación de todas las personas de la organización. NCE incluye todos los aspectos medioambientales derivados de la actividad directa e indirecta de Nestlé, sobre todo los relativos al agua y la energía, efectuando una evaluación de los mismos y desarrollando planes de mejora de impacto ambiental basados en las mejores prácticas y tecnologías disponibles.